El último jueves la Comisión de Constitución aprobó –en el predictamen del Proyecto de Ley 4188– que el requisito para inscribir partidos políticos sea la presentación de 17 mil firmas de afiliados (0,1% del total de votantes del proceso electoral anterior). Esa decisión eliminaría el sistema de inscripción basado en la recolección de 700 mil rúbricas de adherentes.

Al día siguiente, el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, dio luz verde a esa decisión: “Si bien la propuesta del Ejecutivo fue del 0,075% de militantes, la norma aprobada también es un paso importante”. Hasta ahí el Ejecutivo y la comisión de la fujimorista Rosa Bartra habían encontrado un punto de acuerdo.

Similar consenso deberá verse esta semana cuando Constitución analice la iniciativa de Ley 4187 –del paquete de reforma política– que promueve la participación abierta de la ciudadanía en las elecciones internas de partidos. Sin embargo, en este caso los legisladores naranjas, apristas y exoficialistas discrepan con la Comisión Tuesta.

Por ejemplo, el fujimorismo apuesta porque el voto en las internas solo sea para los afiliados. Lo cual, evidentemente, es una iniciativa contraria a la propuesta de la Comisión Tuesta. El jueves 20 la congresista de Fuerza Popular, María Melgarejo, dijo en el grupo de Bartra que nadie “está desnaturalizando la esencia" de la reforma. Sin embargo, ese día ingresó a Constitución su iniciativa de Ley 4469, que prioriza el sufragio de militantes al momento de elegir los candidatos de un partido.

Para el congresista de Nuevo Perú, Alberto Quintanilla, la iniciativa de FP limita la inclusión ciudadana en la vida partidaria. Recordó que en las internas del Frente Amplio en el 2016 asistieron 30 mil personas a elegir entre Verónika Mendoza y Marco Arana. De haber existido la reforma del Ejecutivo ese año, la participación de la población hubiera sido mayor.

Para el parlamentario Juan Sheput, permitir a la población electoral en general sufragar en los comicios internos de un partido producirá que haya más candidatos haciendo campaña ahí que en las elecciones generales. Por ende, considera que el sistema debería ser semicerrado: solo afiliados y dejar para los ciudadanos un 20% del total de electores en esa agrupación.

En caso del Apra, su vocero Javier Velásquez Quesquén considera ideal que las internas se realicen de forma obligatoria con los militantes y de manera voluntaria con los ciudadanos.

A esas posturas se asoman los proyectos de ley –3880 y 3656– de los congresistas Gilbert Violeta y Víctor Andrés García Belaunde, quienes demandan el voto voluntario.

El documento lleva las firmas de los congresistas de su entonces bancada, PPK: Jorge Meléndez, Clemente Flores y Janet Sánchez. Al cierre de esta nota, ninguno de ellos respondió si retirarían sus rúbricas de dicho texto. Su vocera alterna, Ana María Choquehuanca, aclaró a este diario que “las posiciones cambian”, augurando que el oficialismo no respaldará a Violeta. “Estamos apoyando la reforma”, sostuvo.

El acciopopulista, por su parte, formuló su iniciativa el año pasado y sugiere exonerar de multas a quienes no voten, lo cual supone que este sea voluntario. El oficio ya tiene predictamen en el grupo de Bartra.

Para el politólogo e integrante de la Comisión de Reforma Política, Martín Tanaka, el problema de que el voto en las internas sea voluntario es que solo un grupo reducido de ciudadanos irá a votar.

“Vas a tener un montón de mesas de sufragio para que vaya poca gente y logísticamente el costo será el mismo. Hagamos (las elecciones) obligatorias y una campaña para que los ciudadanos elijan”, manifestó.

Tanaka acotó, además, que las elecciones internas van de la mano con la eliminación del voto preferencial, como lo plantea el Proyecto de Ley 4186 -que conforma el paquete integral de reforma política-. Eso significa que cada propuesta legislativa está conectada y el mínimo cambio de la esencia, generaría vacíos.

El Proyecto de Ley 4187 del Ejecutivo plantea que, en el proceso electoral, los partidos deben reunir en sus elecciones internas al 1,5% de la población (260 mil personas), entre militantes y ciudadanos, que votó en la anterior elección. Caso contrario la organización pierde la inscripción. Pero el Proyecto de Ley 4469 de la congresista María Melgarejo plantea que solo participen militantes. Curiosamente, ella no es militante de Fuerza Popular.

Si en la actualidad, en base a la reforma política, hubiera elecciones primarias en el partido naranja, la convocatoria de militantes sería una de las más bajas, teniendo en cuenta que, según el Registro de Organizaciones Políticas (ROP), FP solo tiene 7.433 afiliados a nivel nacional. La cifra estaría lejos de la requerida.

Fuente: La República