¿Qué ocultan? Pese a los reiterados intentos para establecer un diálogo con el gerente general del Gobierno Regional de Apurímac, Jaime Barnett Palomino, a fin que explique sobre la resolución del contrato con el Consorcio Andahuaylas, el funcionario prefirió guardar silencio y no dar declaraciones al respecto.

Según voceros de la sede regional, Barnett Palomino, convocará en su momento a los medios de comunicación para informar sobre la decisión adoptada sin fijar fecha ni hora, mientras eso ocurre, las especulaciones en torno a esta controversial decisión arrecian y que tienen como principal perjudicado al pueblo de Andahuaylas.

La resolución del contrato se dio con fecha 26 de febrero del 2019 mediante Resolución Gerencial General Regional N° 014-2019-GR-APURIMAC/GG, documento público que tampoco aparece publicado en el portal de Transparencia de la sede regional.

“…mediante el cual, ha decidido resolver el Contrato Gerencial Regional N° 001-2013-GR-APURIMAC/GG suscrito entre el Gobierno Regional y su representada – Consorcio Andahuaylas por la causal de resolución atribuible a su representada – incumplimiento injustificado de sus obligaciones contractuales a su cargo, pese a haber sido requerido para ello…”, precisa el párrafo segundo de la carta notarial remitida con fecha 27 de febrero a Raúl Hernando Martín Barrios Fernández Concha y Eva Kaseng Salas, representantes legales del Consorcio Andahuaylas.

En la misma misiva firmada por Barnett Palomino, se citó para el jueves 7 de marzo a los representantes del Consorcio Andahuaylas para asistir al acto de constatación física e inventario en el mismo lugar de la ejecución y almacén de la obra. Sobre este punto, también es otro misterio por aclarar.

Lo que está en juego

Además de la ejecución de las garantías (adelanto de materiales y adelanto directo) que suman casi 19 millones de soles, el gerente general deberá precisar si éstas fueron recuperadas por la región o el Consorcio Andahuaylas a través de sus operadores logró bloquearlas. De ser así, la región se verá impedida de utilizar esta importante suma de dinero para el reinicio de la obra, por lo tanto, la figura del arbitraje sería la única salida más viable.  

¿Administración directa?

Tampoco se descarta que una salida pensada por los funcionarios regionales ante la prolongada paralización de esta obra, sería la culminación del nuevo hospital de Andahuaylas mediante administración directa, pero para llegar a eso, primero deberán culminar los expedientes de eléctricas, comunicaciones y compatibilidad de equipos.

Luego de eso, tendrá que efectuarse una auditoria financiera y física de la obra (corte) para determinar si lo construido se justifica con el gasto realizado; y finalmente, el reinicio de los trabajos ¿Cuánto tiempo tomará todo esto? Los más optimistas afirman entre un año y medio a dos años.

Fuente: Pregón