A un año y ocho meses de gestión del rector, Adolfo Prado Cárdenas, las cosas están de cabeza en la Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac (Unamba), tras haberse filtrado un documento de la Sunedu dando cuenta que solo se respondieron cuatro indicadores de una lista de 40 para cumplirse con el proceso de licenciamiento.

El viernes último y tras la crisis generada por la filtración citado documento, Prado Cárdenas solicitó la renuncia del coordinador de la Comisión de Licenciamiento, el profesor Julián Oré Leyva, quien a propósito presentó el documento a mesa de partes confirmando su salida irrevocable.

Pero esto no termina con el desembarco de Oré Leyva, lo más preocupante es que se habría inducido a esta situación para justificar la contratación de los servicios de una consultora privada a fin que levante las 36 observaciones pendientes, cobrándose por ese “cachuelito” entre 800 mil y un millón de soles, según los cálculos más conservadores.

El informe que ha puesto de cabeza a Prado Cárdenas y a toda la camarilla que cogobierna en la universidad, corresponde al oficio N° 137-2018-/SUNEDU-02-12 fechado el 19 de febrero y firmado por Claudia Bayro Valenza, directora de la Dirección de Licenciamiento de la Sunedu.

“Se le requiere que en un plazo de diez (10) días hábiles, cumpla con presentar la información que subsane las observaciones detalladas en el anexo adjunto…”, precisa el citado oficio.

Cabe indicar que el coordinador renunciante de la comisión de licenciamiento lejos de haber trabajado con todos los estamentos, incluyendo trabajadores administrativos, lo hizo a espaldas de todos ellos, razón por la cual, los indicadores no tenían la profundidad y rigor necesarios que requiere este tipo de evaluaciones técnicas.

Prado Cárdenas no podrá avanzar en el proceso de licenciamiento porque tiene una soga puesta al cuello desde el momento que hizo creer a un sector de la comunidad universitaria que “resolvería los problemas heredados de las anteriores autoridades”, lo cual es falso.

Uno de estos escollos tiene relación con un numeroso grupo de profesores que a la fecha cumplen funciones administrativas y son los primeros en entorpecer cualquier iniciativa de cambio, Tampoco cuenta con los instrumentos de gestión actualizados (CAP, MOF, otros) y los estatutos fueron hechos a la medida de una camarilla interesada y no pensando en la universidad.

Corren plazos. Según la Sunedu será a mediados del 2018 que empezará con la evaluación de las universidades que han mejorado sus sistemas internos para brindar un servicio educativo óptimo, con adecuada infraestructura, plana docente, laboratorios, entre otros, de no cumplirse con este procedimiento, su funcionamiento penderá de un hilo.

Para el caso de la Unamba, los únicos cuatro indicadores que no fueron observados (por no decir los más simples) son: Mecanismo de coordinación y alianzas estratégicas con el sector público y/o privado (indicador 54); existencia de convenios con instituciones públicas y/o privados de prácticas pre profesionales y profesionales (indicador 53); existencia de órgano universitario de investigación cuyo responsable cuenta con grado de doctor (indicador 32); y, universidad tiene definidos sus objetivos institucionales (indicador 1), respectivamente.

 DATO

La Universidad Nacional José María Arguedas de Andahuaylas (Unajma) obtuvo su licenciamiento a fines del 2017 y la privada Universidad Tecnológica de Los Andes (UTEA) a la fecha tiene este proceso bastante avanzado.

Fuente: Correo