Cada vez se escucha con más fuerza que Oscar Rojas, “líder” del Movimiento Regional Llankasun Kuska habría sugerido a los dirigentes de esta agrupación política que negocien con los interesados a ser candidatos al gobierno regional previo un pago de dos millones de soles para cederle el símbolo y toda la estructura política de su agrupación, incluyendo sus candidatos a las municipalidades distritales y provinciales.

El “tarifario” impuesto sería el reflejo de la crisis interna que atraviesa este nuevo  Movimiento Regional Llankasun Kuska por los problemas que atraviesa su líder,  los dirigentes políticos que aún le son leales dentro de Llankasun Kuska buscan por todos los medios recursearse para enfrentar la campaña hasta octubre, de lo contrario, muy difícil será que logren alcanzar la decena de alcaldías después de las elecciones.

El primero en saborear el costo de su aventura política fue el excongresista Antonio Medina, aunque en su momento afirmó que no se trataba de un asunto “económico” sino más bien de “guardarse” para más adelante pensando en el 2021, no llegó a concretarse este acuerdo. 

Luego vendría el dubitativo -aún sigue deshojando margaritas- Henry Palomino Rincón, quien también habría sacado su calculadora luego de tomar conocimiento que para ponerse la camiseta con el logo de la mano cogiendo el pico (el símbolo de Llankasun Kuska) tendría que desembolsar la friolera de 2 millones de soles, sin cuotas y al contado. 

Los dirigentes quieren asegurarse, la finalidad es llegar a todo los rincones de Apurímac en esta campaña y por otra parte quieren recuperar todo lo invertido en la construcción de esta organización y que le tomó muchos meses para visitar las provincias y distritos, reuniéndose con líderes locales y estableciendo alianzas.

Todo esto obviamente no fue gratis, tuvo su costo además del petróleo y gasolina, en invitar el pollo a la brasa, las gaseosas, el cordero, chancho, cuy al horno y quien sabe cuántas dádivas más. En suma, Llankasun Kuska sigue a la venta al mejor postor.